Kate Bolick nos hace llegar, con gran generosidad, su forma de pensar y sentir, así como su evolución como persona y como mujer. Siempre creyó que iba a casarse antes de los treinta años, pero su sueño se difumina al llegar a esa edad y descubrir que tiene otras necesidades mayores y más importantes para ella que el matrimonio. Con su fabulosa forma de redactar, nos habla de figuras de la literatura como son Edna St. Vincent Millay, Maeve Brennan, Edith Wharthon, Neith Boyce y Charlotte Perkins Gillman. Mujeres que cambiaron su visión de la vida por completo. 

A través de los ojos y las lecturas de la autora de este ensayo, lidiaremos con las contradicciones del ser humano. ¿Qué parte de nuestro comportamiento es innata y cuál es aprendida para adpaptarse a los mandatos sociales?  Es una lectura que bien valdría como introducción al Feminismo puesto que menciona hechos y lecturas de aquellas que allanaron el camino para lo que tenemos hoy.

Sin embargo, es duro ver que, en muchos aspectos, aquellas mujeres del siglo XIX y XX se enfrentaban a las mismas cosas que, a día de hoy, siguen ocurriendo: desigualdad salarial, forma de vestirse y comportarse, hombres que se declaran aliados del feminismo cuyo comportamiento demuestra lo contrario, enfrentarse al divorcio...

Obviamente, es el relato de una persona alosexual y romántica. Este hecho me impide identificarme con sus experiencias a ese respecto. Mas seguro que no es el caso de la inmensa mayoría por lo que seguro agradecerán la libertad con la que habla de su sexualidad y cómo encajarla con su independencia.