NASCAR tiene una de las temporadas más grandes de los deportes de automovilismo. Con una temporada que acaba en noviembre y empieza en febrero, digamos que únicamente tenemos de vacaciones los meses navideños. Ahora os voy a contar la forma en la que NASCAR decide a su nuevo campeón cada año. 

En esta ocasión tenemos a los 16 pilotos con más puntos a lo largo de las cuarenta pruebas que tiene la temporada, participan en un "pequeño torneo" dentro de la misma en la que van pasando de 16 pilotos, a ocho, de ocho a cuatro y, entre esos cuatro, se decide en la útima carrera en Homestead Miami pelean por quién será el nuevo Sprint Series Champion. Ello no quiere decir que los demás pilotos no participen en la carrera y ahí esta la magia de la recta final de la temporada, que todo puede cambiar por un pequeño accidente entre pilotos menos importantes acaben dando mucha más emoción a la carrera de la que ya se le presupone. 

Para llegar al final de la temporada entre los 16 primeros ya sabéis el camino a seguir. Tener los máximos de puntos posibles. En esta ocasión, todos los pilotos puntúan de forma inversa a la clasificada, es decir, si quedas el primero conseguirás 40 puntos mientras que el último solo consigue uno. Es por ello que es muy importante acabar la carrera para no acabar descolgado ni rebañando algunos puntos aunque acabes doblado por la cabeza de carrera.

Esto resutla algo muy complicado ya que, debido la peligrosidad de la modalidad suelen haber accidentes y banderas amarillas que hacen reagrupar la cola de pilotos conforme a la tradición que ha hecho de NASCAR uno de los espectáculos más granes dentro de la automoción mundial en los últimos años.