Esta nueva versión de la clásica Game Boy Advance llegó a mediados del ciclo de vida de su predecesora. Llegaría dos años después con un diseño totalmente rompedor para la época y con grandes novedades con respecto a la GBA, entre ellas la pantalla iluminada o la batería, dejando atrás las pilas AA e ir cargado con ellas cuando salías por ahí. Las siglas SP son Special Project, o proyecto especial en castellano. 

La versión SP es la mitad más reducidad y plegable, lo que reducía drásticamente el tamaño para guardarla en el pantalón o para llevarla en la mano mientras jugábamos. El paso a batería fue todo un acierto para aquella época y ya marcaba el futuro de las consolas portátiles, al estilo Nintendo. La misma podría durar poco más de 10 horas dependiendo de la pantalla y su grado de iluminación. 

El precio era el mismo que GBA y ello era una gran opción para cambiar y pasarnos al "futuro" de las consolas portátiles y seguir el camino que marcaba Nintendo. Un servidor se la compraría un año después de su lanzamiento, concretamente fueron los Reyes Magos los que me hicieron el regalo, siempre tan condescendientes con mis pedidos. De hecho un gran punto a favor era la fácil personalización de la consola ya que tenía mucho sitio para la imaginación, aunque ya la gran N nos ofrecía en blanco, plata y azul para luego ir sacando varias versiones con tal de mantener el poder de atracción de la misma. 

Game Boy Advance SP fue un paso más a las consolas de la época y su retrocompatibilidad con cartuchos de las consolas anteriores le hacían ser una opción muy, pero que muy atractiva. Como era de esperar, los juegos más vendidos para esta nueva consola son las múltiples ediciones de Pokémon, tanto las de Rubí, Zafiro o Esmeralda. La consola vendió nada menos que 53 millones de consolas a nivel mundial hasta febrero de 2010 cuando quedó obsoleta para Nintendo y dejó de fabricarlas y, por tanto, dejar de controlar lo vendido.

Grandes datos totales para una consola que fue una nueva revolución, tanto por las nuevas características como el diseño, que volvió a marcar una época por su drástico cambio con respecto a la anterior. Nintendo evolucionaba, y con ella el jugador. Un gran futuro nos esperaba a los jugadores de este tipo de consolas que, como el tiempo ha demostrado, no nos ha defraudado sino al revés.