El fetichismo es la pasión hacia objetos, denominados fetiches. En un origen comenzó siendo una práctica religiosa al atribuirle poderes mágicos o suerte a ciertos objetos, ya sea por tradición familiar o creencia. En un principio poco o nada puede tener con el sexo pero con el paso de los años y la ampliación de miras ha sido trasladado al ámbito sexual. Hablando en términos técnicos, consiste en excitarnos, o a nuestra pareja, a través de un objeto para que llegue al orgasmo de forma diferente. 

En un principio puede estar basado en la vestimenta, véase zapatos, medias, guantes, minifaldas o ropa interior. La excitación aumenta en la persona si la prenda en cuestión ya ha sido utilizada. Suelen utilizasrse durante el acto sexual o frotarse con ellas en algún momento de la relación propiamente dicha. La diversificación de esta forma de disfrutar puede combinarse con otras prácticas como el BDSM o fantasias sexuales. 

Además del fetichismo de objeto, también encontramos el fetichismo con partes del cuerpo. A veces nos encontramos con personas que se excitan con partes del cuerpo y disfrutan más con ellas que con el propio acto sexual. Quizás el más conocido es el de los pies, seguido por el de los senos o las manos.