Swift

ConCienciad@s | Profesionales limitados

Lidia Beatriz | Santa Cruz de Tenerife.

Durante la pandemia global causada por el virus SARS-CoV-2, los profesionales de la farmacia comunitaria hemos sido abandonados por las administraciones públicas, mientras que los centros de atención primaria se han dedicado a derivar a los pacientes para que llevemos a cabo actividades que ellos, por seguridad, estaban descartando como, por ejemplo, control de la presión arterial. Nos decían que no iban a facilitarnos equipos de protección individual porque debíamos asumir los riesgos de nuestra profesión... ¡Insultante! Y, pese a todo, las farmacéuticas y farmacéuticos de este país seguimos ofreciéndonos a cooperar y exigimos mayor capacidad de acción como los profesionales del medicamento que somos.

Las oficinas de farmacia son establecimientos sanitarios privados de interés público. El personal y el funcionamiento de las mismas están sometidos a leyes estrictas. Es absurdo que seamos los únicos sanitarios con titulación superior que dominamos el medicamento desde todas y cada una de sus facetas y que, amparándose en un conflicto de interés, no podamos hacer ni siquiera un cambio de forma farmacéutica (de sobre a comprimido, por ejemplo).

Es muy fácil desde un centro sanitario de atención primaria decir «que te lo adelanten en la farmacia». ¿Saben estas personas que adelantar medicación constituye una infracción? Las infracciones se clasifican en leves, graves y muy graves. Dentro de esta clasificación, existe un subdivisón en grado mínimo, medio y máximo. Las sanciones monetarias pueden llegar a 1.000.000 de euros (cuando son de carácter muy grave). Dispensar un medicamento sin receta cuando ésta es de presentación obligatoria es una falta grave que puede sancionarse de los 30.000 a los 90.000 euros.

Somos unos profesionales sanitarios con grandes conocimientos, altas capacidades y que podríamos ayudar muchísimo, sin embargo, estamos limitados. Muy limitados, de hecho. También existe una imagen distorsionada de nuestra labor. Somos científicos y somos sanitarios. Estamos en primera línea, siendo al primer profesional de la salud al que se suele acudir ante la aparición de síntomas menores (como los de la covid19). Merecemos respeto, protección y poder llevar acabo la atención farmacéutica de forma plena.

Lee también

0 comentarios

Flickr Images